Actualmente, tod@s sabemos el papel decisivo que juega la publicidad a la hora de elegir juguetes. En la campaña Navideña, los anuncios de los juguetes nos “bombardean”, con sus múltiples mensajes a niños y adultos, con el único propósito de aumentar las ventas de juguetes, sin importarles la manipulación ni la deformación de la realidad. Estos mensajes son los que van a determinar a “que” van a jugar, “con que“ y “con quien”.
Los anuncios que se promocionan rebosan sexismo, ya que intentan vender juguetes típicos de cada sexo, reproduciendo los estereotipos sexistas: unos son considerados propios exclusivamente de niñas (muñecas, adornos corporales, carritos de la compra, objetos para limpieza),y otros, propios exclusivamente de los niños (coches, héroes bélicos, ordenadores, juguetes de construcción )
Las campañas publicitarias están llenas de trucos para atribuir a los juguetes capacidades que no poseen y, de este modo, hacer los productos apetecibles. En relación a esto, debemos ser conscientes de los engaños más evidentes que usan las Agencias de Publicidad para captar la atención de los niños y niñas:
· Se emplea música pegadiza, sonidos y ruidos que dan fuerza al mensaje publicitario.
· No se indica la edad recomendada del juguete, el cual es un factor de primerísimo orden para elegirlo.
· Utilizan ambientes no reales, decorados imaginarios y efectos especiales. Hay juguetes que no tienen movimiento y aparecen animados en televisión.
· Se muestran accesorios y complementos que no están incluidos en el juguete que se compra.
· No se respeta la relación del tamaño real con lo publicitario ni se suele informar del precio final del juguete.
En definitiva, se puede afirmar que la mayoría de los “spots” de juguetes podría considerarse como publicidad engañosa porque silencia datos fundamentales del producto y el juguete no se presenta tal como se adquiere en el establecimiento, ni muchas veces a su tamaño real, confundiendo a sus pequeños destinatarios.
Una buena opción a poner en práctica es ayudarles a desarrollar un espíritu crítico, sentándonos con ell@s para analizar la publicidad, cuestionando lo que aparece y desenmascarando sus trucos y mensajes así como facilitarles que puedan ver el juguete deseado, incluso jugando con él
(en ludotecas, casas de amig@s). De este modo, saben cómo es “en realidad “, se puede observar si resulta adecuado para su edad y se evitan idealizaciones y desencantos.
Los anuncios que se promocionan rebosan sexismo, ya que intentan vender juguetes típicos de cada sexo, reproduciendo los estereotipos sexistas: unos son considerados propios exclusivamente de niñas (muñecas, adornos corporales, carritos de la compra, objetos para limpieza),y otros, propios exclusivamente de los niños (coches, héroes bélicos, ordenadores, juguetes de construcción )
Las campañas publicitarias están llenas de trucos para atribuir a los juguetes capacidades que no poseen y, de este modo, hacer los productos apetecibles. En relación a esto, debemos ser conscientes de los engaños más evidentes que usan las Agencias de Publicidad para captar la atención de los niños y niñas:
· Se emplea música pegadiza, sonidos y ruidos que dan fuerza al mensaje publicitario.
· No se indica la edad recomendada del juguete, el cual es un factor de primerísimo orden para elegirlo.
· Utilizan ambientes no reales, decorados imaginarios y efectos especiales. Hay juguetes que no tienen movimiento y aparecen animados en televisión.
· Se muestran accesorios y complementos que no están incluidos en el juguete que se compra.
· No se respeta la relación del tamaño real con lo publicitario ni se suele informar del precio final del juguete.
En definitiva, se puede afirmar que la mayoría de los “spots” de juguetes podría considerarse como publicidad engañosa porque silencia datos fundamentales del producto y el juguete no se presenta tal como se adquiere en el establecimiento, ni muchas veces a su tamaño real, confundiendo a sus pequeños destinatarios.
Una buena opción a poner en práctica es ayudarles a desarrollar un espíritu crítico, sentándonos con ell@s para analizar la publicidad, cuestionando lo que aparece y desenmascarando sus trucos y mensajes así como facilitarles que puedan ver el juguete deseado, incluso jugando con él
(en ludotecas, casas de amig@s). De este modo, saben cómo es “en realidad “, se puede observar si resulta adecuado para su edad y se evitan idealizaciones y desencantos.
Rocio Ramírez (coordinadora de coeducación del CEIP Antonio Machado)
0 comentarios:
Publicar un comentario